Ya hace algunas semanas que tenía
preparada esta receta, pero por motivos de trabajo y de las fechas en las que
estábamos, he preferido ir sacando otras. Hoy, por fin, toca ponerla en pie.
Necesitamos:
1 pollo troceado en trozos medianos.
2 cebollas, cortadas en daditos pequeños
3 dientes de ajo, machacados contra la encimera
½ Kg. de champiñones cortados a cuartos.
1 hoja de laurel
½ botella de sidra natural
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta molida al gusto
Es un plato, bien sencillo de
realizar. Ponemos a calentar en una cazuela amplia, el aceite de oliva con la
hojita de laurel, a fuego medio. Cuando vemos que está caliente, que no
humeando, ponemos la cebolla con un poquito de sal, para que suden, junto con
los ajos. Dejamos rehogar, moviendo de vez en cuando, hasta que veamos que van
a comenzar a cambiar de color.
Entonces añadimos el pollo y lo
sellamos, levemente, lo justo, para que cambien de olor la carne, pero que no
dore. Lo salpimentamos igualmente.
Ese es el momento en que añadimos
los champiñones, y dejamos rehogar un par de minutos más.
Pasado este tiempo, ponemos la ½
botella de sidra. La sidra tiene un sabor fuerte y característico, si os parece
fuerte, pues añadimos la mitad de volumen.
Un minutito, reduciendo y
cubrimos de agua. Dejamos cocinar a fuego lento, como 40 minutos.
Servimos con un arroz blanco y
pedazo de plato, con aroma a manzana fermentada. Delicioso.
A mi también me pasa eso a veces y algunas incluso que se me quedan meses y luego ya no me gusta la foto o cualquier cosa y la acabo desechando... Me encanta como te ha quedado y ahora súper apropiada, que siempre queda alguna botella de sidra a mitad!!
ResponderEliminarbesazos
Hola, acabo de descubrir tu blog y me encantan tus recetas así que me hago seguidora.
ResponderEliminarFeliz 2014...
*Pilar*