Es un arroz sencillo y muy agradecido
para día con el tiempo justito para cocinar o sin muchas ganas de ello. Comida
sana, Cocina tradicional, Comida Casera Así que al grano
Para
4 comensales:
400
g de arroz redondo
2
kg de tomates maduros
1
cebolla
3
dientes de ajo machacados
2
clavos de olor
Dos
hojas de laurel
Aceite
de oliva virgen extra
3
plátanos aún verdes
Sal
y pimienta
El
doble de agua que de arroz
4
huevos
Muy fácil. Sofreímos la cebolla cortada
a trocitos en 3 ó 4 cucharadas de aceite de oliva. Cuando empiecen a tomar color,
añadimos los tomates troceados eliminado el cascabullo. Tapamos, añadiendo
previamente sal y pimienta. Dejamos cocer como 1 hora a fuego muy lento. Si
están ácidos añadimos un poco de azúcar. Pasamos por pasapurés y eliminamos
pieles y semillas. De esta manera, sin batidora, mantenemos el color y no
metemos aire, no alterando el sabor tampoco. Volvemos a poner al fuego
despacito, hasta que pierda el líquido que le quede.
En una ollita ponemos un par de
cucharadas de aceite con los ajos machacados. Cuando empiezan a dar olor,
añadimos los clavos, el laurel y el arroz. Sofreímos un minuto y añadimos el
agua hirviendo y un poco de sal. Mantenemos
a fuego fuerte 1 minuto, una vez comience a hervir y luego tapamos y ponemos
al fuego más bajo posible 13 minutos. Entonces apartamos y dejamos reposar 5 minutos.
Los plátanos los freímos en aceite de
oliva abundante, en forma de bastoncillos hasta que se pongan oscuritos.
Dejamos escurrir en papel y que atemperen, de esta forma al enfriarse se
endurecerá el caramelo que haya hecho y se pondrán crujientes.
Para montarlo, con un molde ponemos el
arroz en un plato, encima el tomate y encima un huevo fritos y alrededor
nuestros plátanos fritos. Muy, muy fácil, No puedo decir más que: intentéis ser
muy felices, si o si, no hay opción
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