Los ñoquis, son esa cosa, que no
llega a ser pasta, pero que en muchos sitios te los presentan preciosos, con
unos cortecitos bonitos en la superficie y divinos de la muerte. Pero claro,
son recios, duros y poco jugosos. En esta receta que os presento, sacrificamos
la estética del ñoqui por la jugosidad y el tacto en el paladar. No son tan
bonitos, pero están de muerte.
Necesitamos para 4 personas.
4 patatas medianas
10 cucharadas colmadas de harina de fuerza
I huevo pequeño
Nuez moscada
Sal y pimienta
1 cebolla
1 hoja de laurel
1 clavo
1 pimiento
Azúcar según pida el tomate
750 gr de pulpa de tomate
1 cucharada de salsa de soja
Orégano al gusto
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Comencemos por la salsa. Rehogaremos
en el aceite de oliva, la cebollita cortada en daditos pequeños, con un poco de
sal para que sude y una hoja de laurel. Cuando empieza a ponerse transparente
añadimos el pimiento en daditos igualmente y dejamos que se rehoguen sin prisa
a fuego medio.
Cuando vemos que empiezan a estar
tiernos añadimos la carne picada y salpimentamos. Rehogaremos un con la cuchara
de palo la
desmenuzaremos. Una vez que empiece a tomar color por fuera
la carne añadimos el tomate y dejamos reducir a fuego lento, con un poquito de
sal, pimienta, orégano, azúcar y la salsa de soja. La cantidad de azúcar va en
función de la acidez del tomate que usemos, así que añadiremos la necesaria y
una cucharadita más, para que contraste con la salsa de soja.
Por otro lado, pelaremos las
patatas y coceremos en agua abundante. Las trituraremos o un tenedor o pasapurés, con un poco de sal,
pimienta y nuez moscada.
Añadiremos un huevo y la harina y
mezclaremos. Obtendremos una masa tierna, pero que nos permitirá trabajar con
dos cucharas. Este es el punto. Haremos con estas unas bolas con las dos
cucharas y las pasaremos por harina, Tomaremos el puré con una y la recogeremos
de la anterior con otra, dándole forma y presión.
Pondremos agua con sal a hervir.
Cuando rompa con fuerza, bajaremos la candela y añadiremos los ñoquis. Cuando
empiecen a flotar, podremos ir apartándolos.
Les pondremos unas gotitas de
aceite de oliva virgen extra por encima y pondremos la salsa en el centro del
plato. Esto los niños, no se lo comen, lo devoran.
Mira que me gusta la comida italiana e intento reproducir varios de sus platos en casa, pero los ñoquis son la gran tarea pendiente! Mu ha gustado ese toque agridulce Juan, para no dejar miga ;-)
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