Es muy sencillo y al que le
gusten los mejillones va a disfrutar de lo lindo, ya que resalta tremendamente
el sabor de estos, pero al ser naturales
y no de lata, como en otras recetas que he encontrado, el sabor es auténtico,
intenso y suave a la vez.
Necesitamos;
½ Kg. de pescado blanco, sea merluza, fletán, abadejo o similar
1 brick de nata
3 huevos
1 copa de brandy
Sal
Pimienta recién molida
4 cucharadas de tomate triturado
2 puerros o dos cebolletas, a gusto del consumidor.
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 hojas de laurel
1 copa de manzanilla de Sanlúcar
Lo primero es limpiar bien los
mejillones. Los tendremos en agua con sal, al menos 2 horas y luego, quitaremos
las hebras que queden adheridas al bicho. Una vez limpios, los pondremos en una
olla con un dedo de agua, el laurel y el vino, una vez rompa esta a hervir y lo
tendremos unos 3 minutos tapados a fuego vivo, tiempo en que se abrirán.
Los sacaremos del caldo y los
sacaremos de las conchas, reservando y el caldo lo colaremos y reservaremos igualmente.
El pescado vamos a pelarlo y
liberarlos de espinas, cortándolo a daditos y se reserva. El puerro lo cortamos
en rodajitas y reservamos igualmente.
E una sartén, ponemos el aceite a
fuego medio y empezamos a sofreír el puerro, cuando este esté caliente. Tras un
minutito, añadimos el pescado y salpimentamos. Transcurridos un par de minutos
ponemos los mejillones y el tomate triturado, dejando reducir. Una vez que el
tomate ha eliminado el agua, añadimos el brandy, y un minuto después añadimos
la nata y un cacillo del caldo de los mejillones.
Dejamos hacer, hasta que quede
sequito y cuajadito. Añadiremos, los huevos batidos, e iremos ligándolo todo.
Esto se hace con la masa en templado.
Encendemos el horno y lo ponemos
a 170 ºC
por arriba y por abajo, con agua en la bandeja, ya que esto se hará al baño
María. En un molde de horno, ponemos un poco de aceite o de mantequilla en las
paredes y vertemos el contenido de nuestro paté. Cuando el horno esté caliente
lo introducimos y le ponemos por encima un papel de aluminio, para que no se
dore. 35 minutos y listo.
Lo sacamos del horno y lo
trituramos todo con la batidora, obteniéndose una pasta, que si nos queda muy
densa podemos añadirle un poquito del caldo de los mejillones. Dejamos templar
y al frigorífico, tapadito.
Con unas tostaditas de pan, es un
entrante estupendo para alternar en una comida con los amigos.
Guardado para hacerlo en cuanto pueda! Saludos
ResponderEliminarEstupendo
Eliminar¡Qué bien te ha quedado! Me la apunto.
ResponderEliminarPara cuando puedas o quieras
EliminarProbaré.........me parece otra rica opción de comer los mejillones pero aprovechando el producto en fresco que es lo mejor.
ResponderEliminarBss
Siempre gana en sabor con los productos frescos y el precio del mejillón te lo permite
EliminarUna delicia de picoteo me lo pones delante y a cucharadas me lo como esta con una pintaza iii no se como llegue hasta aqui pero el caso es que me quedo porque realmente merece la pena....Besss
ResponderEliminarPues gracias, y me alegro que llegarás finalmente
EliminarQue rico tiene que estar lo haré
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