Personalmente, soy un fan de
todos los patés, tanto de untar como de cortar. Este es una variación del paté
de ave, simple, pero aderezándolo con especias frescas y un buen Brandy de
Jerez, lo cual le termina dando ese sabor delicioso.
Necesitamos:
300 gr. de higaditos de pollo
250 gr. de panceta fresca, o tocino fresco
100 gr. de carne picada de cerdo
1 cebolla
2 clavos
1 hoja de laurel
1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
1 copa generosa de brandy de jerez
1 cucharadita colmada de maicena disuelta en una copita de agua
Sal
Pimienta recién molida
1 huevo
Romero, orégano, tomillo y comino, al gusto
En realidad es muy sencillo, en
una cucharada de aceite de oliva virgen extra, y a fuego medio, rehogaremos el
tocino o la panceta troceada. Cuando esta va a empezar a tomar color, ponemos
la cebolla en taquitos, los clavos, y el laurel
Pasados un par de minutos,
añadiremos los higaditos de pollo y la carne picada. Salpimentaremos y
saltearemos por un par de minutos. Añadiremos el brandy y las especias, al
gusto. Os recomiendo que la pongáis a partes iguales y que el comino lo uséis
en grano y no molido.
Dejaremos reducir un par de
minutos y pondremos la copita de agua con la maicena disuelta y el huevo.
Dejaremos que rompa a hervir y lo pasaremos a un vaso de batidora.
Trituraremos.
En un cacito u ollita que se
pueda meter en el horno, clocaremos la pasta que hemos obtenido. Encenderemos
el horno y lo pondremos a 180ºC ,
por arriba y por abajo, con una bandeja con agua. Cuando alcance la
temperatura, ponemos la ollita, con su tapa, al baño maría y lo dejaremos unos
45 minutos.
Pasado este tiempo sacaremos y
embotaremos aún caliente, para que al cerrarlo, pueda hacer un buen vacío y se
conserve perfectamente.
Con unas tostaditas de pan
crujiente, se convierte en un aperitivo ideal. Recomiendo comer a temperatura ambiente, aunque lo conserves en la nevera, sacándolo 1 hora antes de consumirlo.
Pues tiene muy pero que muy buena pinta! Un besazo
ResponderEliminarMil gracias
EliminarNunca me he animado a hacer paté casero, tengo una tía que lo hace riquísimo y sé que no podría superarla. Tiene un aspecto delicioso.
ResponderEliminarBesos.
Atrévete y le darás una alegría a tu tía, seguro
Eliminarla verdad es que casero como ninguno, tiene que estar buenisimo y ademas todo natural, un beso!
ResponderEliminarSilvia
A partir de esta receta hay infinidad de variaciones que puedes hacer
EliminarYo siempre digo que voy hacer, voy hacer y al final nunca hago ninguno y cuando veo uno nuevo sigo apuntando..........aunque hasta ahora no me había pasado por la mente la posibilidad de hacerlo en conserva y eso me atrae un montón.
ResponderEliminarBss
Pues si, al tarrito en caliente y se cierra de maravilla, y si lo vas a dejar más de lo normal, a cocer el tarro en olla como las abuelas.
EliminarQue rico! La última vez que hice paté en casa me salió regular solo, y la verdad es que debería intentarlo de nuevo...
ResponderEliminarPues cuando quieras, en el blog hay otra receta de paté de ave con setas y está increible
EliminarUno de los clásicos de Mi cocina...es una maravilla hacer paté...te ha quedado genial.
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarMe encanta el paté y este casero tiene que estar delicioso. Además tiene de bueno que se puede conservar.
ResponderEliminarMmmmmmmm!!!!!!! que bueno esta ¡que yo lo he probado!
ResponderEliminarBesitos Carmen gonzález
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha fascinado tu forma de hacer paté. Ya la tengo guardada en pendientes para prepararlo... ya te contaré como me ha quedado.
ResponderEliminarUna pequeña duda... cuantos tarritos de paté salen con ésta cantidad, y..cuanto tiempo aguanta en el frigo??
Enhorabuena por la receta!!
Pues estos son tarros de pepinillos en vinagre de los supermercados valencianos, en que visten de verde y me salieron 2 completos. E cuanto al tiempo que duran, pues una vez abiertos más de una semana y cerrados, algo más.
EliminarPara una buena conservación puedes ponerle por encima al paté una capa de manteca de cerdo, antes de cerrarlo, como 1/2 dedo, para evitar que pueda entrarle aire al paté y se oxide.