Una vez llegado el otoño, aunque
casi no se note, vamos a poner un plato de legumbre, pero con un contrapunto de
verdura, tanto dentro como fuera del guiso. Ya veréis
Vamos a necesitar
3 zanahorias
2 nabos
1 patata mediana
2 dientes de ajo
1 cebolla
1 tomate maduro
1 hoja de laurel
½ calabacín
1/2 cucharada de pimentón dulce
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta negra recién molida
2 chorizos
1 morcilla
1 trozo de papada
Para el buñuelo
1 huevo
1 calabacín
1 cebolleta
1 poco de perejil y cilantro
2/3 cucharadas de harina de fuera
2/3 cucharadas de harina de freír
Sal y un poco de azafrán, colorante
Agua
1 cucharadita de levadura
Picamos el ajo, la cebolla y calabacín,
en daditos pequeños. El tomate lo rallamos en un rallador o una mandolina y
eliminamos la piel.
Las patatas y los nabos, los
cortamos a gajos, rompiendo el corte al final, para que suelte parte de la
carne al cocerse y engorde un poco la salsa. Las zanahorias las cortamos en rodajas,
del grosor que queramos. Las judías verdes hoy las cortamos de dos o tres
centímetros de largo y luego a la mitad longitudinalmente.
Todo el guiso va a ser a fuego
lento, así que escurrimos las lentejas, de haberlas enjuagado con agua
previamente, las cubrimos de agua y tres dedos más y añadimos el resto de los
ingredientes. La papada la cortamos a trozos de 2 cm , para que no quede dura. Ponemos
a cocer a fuego lento. Si vemos que se nos quedan cortas de agua, sin problema
un poquito más.
El tiempo de cocción siempre
dependerá del tipo de lenteja y del agua. Iremos probando cada 10 ó 15 minutos,
a partir de los 20 minutos de cocción. Dejaremos cocer lentamente y moviendo
por las asas de la olla, sin meter cucharas ni cucharones, recordad, moviendo
desde las asas. El tiempo de cocción estará entre 45 minutos y una hora, más o
menos. Cuando alcancen su punto apagamos el fuego y dejamos reposar.
Por otra parte, freímos el
calabacín y la cebolleta en tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra,
con un poco de sal. Cuando veamos que el calabacín empieza a ponerse tierno,
apartamos y escurrimos de aceite en un colador.
Una vez atemperado, mezclamos la
fritura con las harinas, el huevo, el perejil y el cilantro muy picadito, y la levadura. La cantidad
de las hierbas es al gusto. Salpimentamos y añadimos un poco de colorante
alimenticio para dar buen color.
Ponemos aceite abundante a
calentar, pero a fuego medio. Cuando alcance la temperatura (podemos poner la
mano a unos 10 cm
de altura del aceite y si notamos el calor uniforme es esta la temperatura), antes
de humear, con una cuchara tomamos una porción del buñuelo y con otra nos
ayudamos para verterlo en el aceite. Volteamos rápido, parta que no rompan y
dejamos dorar por los dos lados.
Sacamos del aceite y dejamos
escurrir en papel adsorbente. Cortamos el chorizo y la morcilla a rodajas y
acompañamos el plato con estos buñuelos de calabacín. Es un contraste muy rico
y sabroso.
Me gusta la idea de introducir los buñuelos en ellas. Además se ven caldosinas como a mi me gusta. Yo nunca les pongo morcilla una vez lo hice y me resultaron fuertes...pero eso ira en cuestión de gustos. En cambio el chorizo no les puede faltar.
ResponderEliminarBesinos
Lo de los buñuelos tiene su punto y las hace diferentes.
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