TRUCOS PARA QUE LOS NIÑOS COMAN VERDURAS. (parte 1)
PISTO DE VERDURAS
Cuando nuestros hijos van dejando el pecho o el biberón, comienzan a tomar papillas de frutas, cereales, etc. Llega un momento en el que te piden masticar y empezamos a darles trozos de fruta y hasta aquí todo va bien. El problema comienza cuando hay que darle comida caliente sólida. Muchos padres se aterrorizan, y no saben por donde empezar y se preocupan de que sus hijos coman, pero no tanto de lo que coman.
Es fundamental desde el principio acostumbrarlos a comer de todo y fundamentalmente verduras y frutas. Hoy os voy a explicar como lo hice con mis dos cachorros de humano y convertí el pisto en un de sus platos favoritos.
Cuando empiezan a comer purés de verduras, la base de ellos es patata, puerros, zanahoria y calabacín. Pues esto es justamente lo que vamos a aprovechar para comenzar con esta historia.
El primer pisto que hice a mis hijos tenía de base patata muy picadita con zanahoria igualmente picada, hechas al vapor o cocidas en agua. A esto le añadí un poco de tomate y lo sofreí. ¡Éxito total! Les encantó.
Con el tiempo fui añadiendo calabacín y sustituyendo la zanahoria y les seguía encantando. La cosa funcionaba y en los dos casos fui añadiendo y quitando cosas. Llegó un momento en que conseguí eliminar la zanahoria del pisto de verduras y fui añadiendo pimiento, muy menudito, pero pimiento. Para evitar que lo vieran ponía pimiento rojo, que además es más dulce que el verde, y todo iba bien. Ahora tocaba quitar la patata. Pues bien, fuimos añadiendo más cantidad de calabacín y retirando patata, y al fin conseguimos que el plato fuera un pseudopisto.
Con el tiempo fuimos agrandando los trozos y finalmente añadimos la berenjena.
Este proceso duró desde los 2 años hasta los cuatro aproximadamente, pero habíamos conseguido que comieran pisto y que les gustara.
Ahora el problema era que todos pudiéramos comer el mismo pisto. A diferencia de lo que podemos pensar, una de las cosas que los niños odian de las verduras es la textura, pero no la textura de la verdura en si, sino la costumbre extendida que hay de cocinarlas en exceso y presentarlas casi como un puré, y ciertamente, el pisto así es una porquería. Solución, hacer la verdura al dente, casi crujiente. Nuevamente ¡éxito total!, les encanta así también.
El pisto a palo seco, a mí me encanta, pero a un niño hay que hacerle los platos reales, pero bonitos, no hay que enmascarar ni engañar, hay que hacérselos atractivos a la vista e inventarnos nombres que les haga sentirse especiales a ellos y a los platos, como por ejemplo:
Huevi-pisto. No deja de ser un huevo frito con un poco de queso encima de la clara y con el pisto colocado con cuidado por encima.
Polli-pisto. Filete de pollo con queso o no por encima con un poco de pisto por encima
Canelones de pisto, Lasaña de pisto, Espaguetis con pisto. Etc.
Al final, nuevamente ¡éxito total! A día de hoy tienen 9 y 5 años y el pisto es una de sus guarniciones favoritas.
Espero que os sirva, si no la estructura temporal y de condimentos en sí, si el como plantearte que la comida para los niños tiene que adaptarse a su paladares, que ya habrá tiempo de comer todos los mismo.
Un abrazo y que disfrutéis con vuestros hijos comiendo como lo hacemos mi mujer y yo
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