Sirve como primer plato, con una
ensaladita, como aperitivo. En definitiva un buen rebozado es un placer en
cualquier momento del día, y os voy a enseñar como se hace. Para los niños
difíciles para comer pescado, tanto el bacalao como la
pescadilla o la merluza de esta manera les viene de maravilla.
Para 4 personas
4 cucharadas de harina
4 cucharadas de harina de freír
200 ml de agua templada, aproximadamente.
Un chorrito de cerveza
Sal
Pimienta molida
Azafrán, colorante
Aceite de oliva para freír, siempre de oliva.
Antes que nada vamos a preparar
el rebozado. Ponemos en un cuenco amplio las dos harinas y las mezclamos. El
tema de las dos harinas es que quede crujiente y no adsorba demasiado aceite.
Desmigamos la levadura y la mezclamos frotando con las dos manos con las
harinas. Ponemos un poco de sal, pimienta negra y un poquito de colorante
alimentario. Si quieres darle un puntito diferente le puedes poner cúrcuma en
vez de azafrán. Removemos y añadimos un dedito de cerveza. Al tener ésta
levaduras ayuda a fermentar y da un rico sabor. Añadimos el agua templada poco
a poco y vamos moviendo con la varilla. La textura es que quede como una
bechamel no muy densa. Podemos también añadirle un poco de perejil, o de
cilantro picado. Tapamos con un film transparente y dejamos reposa unos 20 ó 30
minutos.
Veréis que espectáculo cuando
retiréis el film, lo esponjoso que queda la masa de rebozado.
Cortamos el bacalao a tiras de 1
ó 2 dedos, y le añadimos un poquito de sal. También podéis cortarlo a tacos.
Hay que dejar escurrir muy bien el pescado para hacer un rebozado bueno, ya que
si tienen mucho agua esta pasa al rebozado una vez retirado de la sartén y todo
lo crujiente y maravilloso que están en ese momento, es todo lo empapuchado que
nos quedaría después, y entonces vienen los arrepentimientos, los cargos de
conciencia, los “¿por qué no habré esperado?” "¿no costaba trabajo dejar escurrir el pescado?", etc.
Recordad: “LA PRISA MATA”, y
en la cocina más.
Ponemos a calentar el aceite,
abundante en una sartén, a fuego medio, pero que esté caliente. Ahora con el
aceite caliente y los trocitos de bacalao bien escurridos, los introducimos en
esa masa suave que se transformará en el aceite y los impregnamos por todos
lados. Los metemos en el aceite caliente y al pasar 5 ó 10 segundos les damos
la vuelta, para que la masa suba por todos lados. A partir de este momento los
dejamos hasta que alcancen ese precioso color dorado, y que son irresistibles a
ser comidos.
Escurrimos en papel adsorbente, y
con una ensaladita y una cervecita, total, total.
Buen provecho.
esta muyy sabroso y grujiente, me gusta mucho
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