Ya que hay albóndigas clásicas, en salsa, con tomate, al vino, etc., hoy nos vamos a marcar unas albondiguillas diferentes. Nosotros al Curry. Si Están estupendas y la salsa sin comentarios. Mis cachorros se comieron medio bollo cada uno mojando. Al lío
Necesitaremos:
Dos rebanadas de pan de molde
Leche la que admita el pan
Una cebolleta grande
5 dientes de ajo
Aceite de Oliva virgen extra
Harina para rebozar las albóndigas
Hierba buena.
Sal
Pimienta molida
4 ó 5 cucharitas de curry. Dependiendo de lo picante y/o fuerte que sea, serán más o menos.
2 cucharaditas de cúrcuma
1 hoja de laurel
Un chorrito de limón
Una copa de manzanilla de Sanlúcar
Muy bien, quitamos las cortezas a las rebanadas de pan y las ponemos en un plato con leche, la que admita hasta empaparse. Picamos 8 ó 10 hojitas de Hierba Buena, todo lo que la paciencia y pericia os permita. Escurrimos un poco el pan y junto con la Hierba Buena, lo echamos en la carne. Salpimentamos y mezclamos todo con cariño, pero sin pausa. Dejamos reposar mientras vamos preparando el resto.
Pelamos y picamos la cebolla muy pequeñita, ya sabéis la chorrada de la paciencia y la pericia. Los ajos los machacamos contra la encimera.
En un plato ponemos la harina y tomando porciones de carne, según uno quiera las albóndigas de grandes, las hacemos redondas y las pasamos por harina, eliminamos el harina sobrante y reservamos.
Una vez tengamos todas las albóndigas liadas, ponemos a calentar el aceite, como 5 cucharadas, a fuego medio. Cuando está caliente colocamos las albóndigas, con los ajos machacados y rehogamos. El temas no es freírlas como si estuviéramos haciendo churros, sino sellarlas por fuera para evitar que la carne suelte los jugos, simplemente es dorarla. Una vez llegado a este punto, las quitamos del aceite y las reservamos. Si se ha ensuciado mucho el aceite podemos colarlo, si no, pues colocamos el laurel y la cebolleta y a fuego lento con un poquito de sal (para que suelte los jugos), la vamos salteando, hasta que queda transparente y tierna. Es el momento de añadir nuestras albóndigas y rehogar todo junto con el aceite un poco más fuerte 1 ó 2 minutos.
Ponemos una cucharadita de harina sobre las albóndigas, removemos, la doramos y añadimos la copa de manzanilla. Ponemos las especias y cubrimos de agua, dejando reducir a fuego lento, hasta que la salsa quede ligada, y el resultado es esta maravilla:
Un abrazo
Hola, te he visto en la entrada de bloggers de cocina de hogar util, y he decidido hacerte una visitilla.
ResponderEliminarSi quieres visitarme.
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Un saludito desde Salamanca