Lo que hace unos 20 años comenzó,
como una reunión puntual, para hacer
turrones con una receta que nos habían facilitado, a lo largo de estos años se
ha convertido en una reunión de amigos que celebramos la llegada de estas
fiestas, nos gusten o no, y que echamos un día maravilloso en mi casa,
cocinando, comiendo y bebiendo. Un día perfecto. Un beso para todos.
Para una tableta de turrón,
necesitamos:
1 ó 2 cucharada de crema de
boniato cocido
Un poco de azúcar glass para quemar
1 yema de huevo
Obleas de harina de maíz. Se consiguen en los conventos.
El boniato nos va a servir como
emulgente y facilitará que ligue y salga perfectamente la masa, además es casi
neutro de sabor por lo que no aporta nada en este sentido. Coceremos un boniato
en agua hasta que esté tierno. Le quitaremos las hebras y la piel y lo
trituraremos.
Mezclaremos la almendra con el azúcar
glass. Iremos mezclando con las manos, mezclando y apretando para añadir el
mínimo de boniato. Cuando veamos que está perfectamente mezclado añadiremos una
cucharada rasa de crema de boinato. Mezclaremos todo y veremos como empieza a
formarse una masa consistente. Ahora añadiremos una yema de huevo y seguiremos
amasando. La textura ha de ser suave, pero consistente. Si vemos que está muy
seca la masa, podemos añadir un poco más de yema de huevo. Depende del tamaño
del huevo, de lo seca que esté la harina de almendra y de la marca del azúcar
glass.
Bien, cortaremos la oblea del
tamaño del molde, la ponemos en el fondo y meteremos la masa del
turrón dentro del mismo.
Colocamos en la superficie de la
masa una lámina de papel vegetal de horno. Apretaremos con la prensa del molde.
Retiraremos el molde y nos
quedará la pastilla de turrón. Si no disponemos de molde, podemos utilizar un
molde de papel de aluminio y apretamos con una tablita de madera al uso.
Espolvoreamos con un colador,
azúcar glass por encima del turrón. Quemaremos con un soplete de cocina y
quedará la superficie tostada. Si no disponemos de soplete, podemos poner el
horno a todo trapo en el gratinador. Cuando esté a 250 ºC , metemos casi tocando
el gratinador el turrón y lo tenemos 10 ó 15 segundo. Lo justo para que se
queme el azúcar, y que no se caliente el turrón.
El resultado es sensacional. Se
envuelve con film transparente y se deja secar unos 3 ó 4 días. Listo para
comer.
Menuda pinta más buena te ha quedado, el de yema me encanta, me encanta el molde no lo había visto.
ResponderEliminarFelices Fiestas
Cocinando con Montse
HOLA ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!
ResponderEliminarVoy a intentar este estupendo turrón con tu receta, a ver como me queda. Me gustaría que me dijeras donde puedo conseguir un molde así.
Muchas gracias
La verdad es que estos moldes los hicimos nosotros. Es lo que te puedo decir, pero es fácil de hacer.
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