Es uno de los postres más típicos
y socorridos que hay, solo necesitamos pan, duro a ser posible, leche, huevos y
un poco de canela, Pero hoy, le vamos a dar un puntito un poco especial.
Necesitaremos:
Pan asentado y cortado en rodajas
250 ml de leche
1 rama de canela
1 ó 2 huevos
Corteza de limón
2 cucharadas de azúcar
Canela en polvo
Aceite de oliva virgen para freír
Lo primero que vamos a hacer es
preparar la leche. La vamos a poner a hervir con 2 cucharadas de azúcar, una
cáscara de limón y un trozo de canela en rama. Con que cueza unos 4 ó 5
minutos, tenemos de sobra, ya quedarán impregnados los aromas en la leche.
Apartaremos del fuego y la dejaremos enfriar.
Mientras vamos a cortar el pan en
rebanadas con de 1 ½ dedo de grosor. Lo dejaremos que seque un poco mientras se
enfría la leche.
Cuando la leche esté fría,
batiremos los huevos y le pondremos el resto de la canela en rama, troceada.
Pondremos el aceite a calentar a
fuego medio, pero esperaremos que se ponga caliente. Pasaremos el pan por la
leche, y dejaremos escurrir un poquito.
Ahora lo pasaremos por el huevo.
Lo dejaremos escurrir
Lo pondremos a freír, hasta que
dore
Lo apartaremos y escurriremos en
papel absorbente. Lo serviremos con un poco de canela espolvoreada por encima.
Para ello, pondremos canela en un colador pequeñito y dando golpecitos, la
distribuiremos por encima de la superficie a aplicar.
Es un postre riquísimo y bien
sencillo.
Uff me quedaron exquisitas!, gracias la verdad que creía que eran mucho más complicadas.
ResponderEliminarGracias por comentarlo. Un saludo
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