Sencillo, hasta la saciedad y
rico “pa aburrir”. Esta receta me la hacía, hace ya mucho tiempo mi padre, el
abuelito de 86 años del que otras veces os he hablado. Ya con la edad que tiene
y lo cascadillo que está, pues no está para cocinar, sino para que le cocinen.
Un monstruo, le salían de muerte, así que como homenaje al abuelo, aquí está
esta delicia.
Necesitamos para 4 comensales:
1 cebolla grande cortada en brunoise, en daditos
3 zanahorias cortadas en rodajas
1 tomate maduro, pelado y cortado en daditos
2 dientes de ajo cortado en laminillas
1 cucharada de harina
1 copa de manzanilla de Sanlúcar
2 hojas de laurel
1 clavo
Sal
Pimienta molida
El caldo de los mejillones.
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Lo primero es coger el mejillón,
quitarle las barbas que tenga y los excesos en su cáscara y meterlos en agua
fría con sal durante un par de horas.
Mientras vamos a pelar y cortar
las verduritas, tal y como hemos comentado en los ingredientes.
Con todo listo, ponemos 1 copa de
agua a calentar con una hoja de laurel en una olla. Cuando rompa a hervir
añadimos los mejillones y la copa de manzanilla. Tapamos y dejamos cocer unos 3
ó 4 minutos. Casi seguro que están todos abiertos. Los que no los dejamos un
minutos más, retirando los abierto.
Ponemos los mejillones a enfriar,
parea después quitarles las cáscaras y colamos el caldo. Por cierto, los que no
se abran, fuera a la basura.
En un perol, con aceite de oliva,
laurel y un clavo, ponemos las zanahorias a rehogas a fuego medio.
Cuando veamos que empiezan tomar
colorcillo dorado, añadimos los ajos y cuando empiecen a dar olor, ponemos la
cebolla.
Dejamos pochar con un poquito de
sal para que suden y cuando las vemos que empiezan a ponerse transparentes,
añadimos el tomate. Rehogamos 2 ó 3 minutos y añadimos los guisantes y una
cucharada de harina para que espese la salsa. Salteamos
al menos durante 1 minuto y añadimos el caldo de los mejillones, hasta que
cubra y un poco más las verduras.
Pasados 10 ó 12 minutos
salpimentamos y añadimos los mejillones pelados y dejamos reducir y ligar unos
2 minutos más. Todo a fuego lento. Tened en cuenta que a mi me gustan las
verduras, más bien al dente.
Con unas patatas fritas y una
buena cervecita es una comida increíblemente rica, sencilla y baratita.Un
Abrazo a todos, y a mi padre en especial.
Un estofado muy original y tiene que tener un sabor a gloria, me encantan los mejillones y así nunca los he probado, besos
ResponderEliminarSofía
Anímate a probar, porque es sencillo y delicioso
EliminarUn estofado la mar de bueno. Nunca se me hubiera ocurrido hacerlo con mejillones pero tiene una pinta deliciosa. Un saludo de Cocina con MrZexions y Bisutería la Pompita
ResponderEliminarEl mundo de los estofados es tan amplio, como ingredientes hay, carnes, mariscos, etc. Hay que probar y si sale rico, pues "pa lante"
EliminarSencillo será, pero menuda pinta tiene. Y además tiene que saber y oler a mar la casa entera y eso me encanta.
ResponderEliminarBss
La casa entera, de arriba a abajo, pero merece la pena. Gracias
EliminarEstupenda receta y sana de mi querido padre.
ResponderEliminar¡Muy interesante! Me ha inspirado una receta nueva: a ese pochado le he añadido vegetales que tenía por la nevera: un puñadito de setas congeladas, otro de habas también congeladas, un calabacín, 2 patatas partidas pequeñitas, un tomate en trocitos muy pequeños y un buen puñado de almendras recién fritas y después majadas en almirez. Ahora está todo pochando a fuego suave. Cuando la patata esté tierna, añadiré los mejillones que ya los he abierto. ¡Ya os contaré! Huele de maravillas. ¡Gracias por la inspiración!
ResponderEliminarFantástico, para eso estamos, para dar ideas y facilitarle la vida a la gente. Un abrazo
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