ROLLITOS DE PRIMAVERA CASEROS

Perfecta para hacer y comer con los niños. Les encanta y es deliciosa. Los orientales tienden a freír con aceite de girasol, o similar. La masa de los rollitos es verdad que toman mucho sabor, pero yo recomiendo una aceite de oliva suave para esta fritura, da algo de aroma a aceite de oliva pero no en exceso y no tiene el sabor neutro del girasol y similares.

Necesitamos:

100 g de harina

75 g de harina de arroz. La venden en los supermercados valencianos, en que el personal viste de verde.

400 ml de agua

Sal, aunque viene bien tener glutamato monosódico. Es la sal que usan ellos. Se puede comprar en cualquier super oriental.

4 pechugas de pollo

Pimienta molida

4 rodajas de jengibre fresco

Salsa de soja
Unas gotas de tabasco, al que le guste el picante

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Aceite de oliva suave para freír

3 zanahorias

Una cebolleta o un par de puerros

Brotes de soja en cantidad al gusto

2 horas antes vamos a cortar el pollo en tiras y lo vamos a poner a macerar con jengibre cortado a tiras igualmente. Salpimentaremos y añadiremos unas gotas de vino o de limón. Se le puede poner un poco de salsa de soja.

 

Vamos a preparar la masa. Ponemos las harinas en un vaso de batidora y vamos añadiendo el agua poco a poco y vamos batiendo. Lo normal es que admita toda. Queda una masa líquida y fina. Le ponemos un poco de sal y pimienta molida y listo. La iremos batiendo  cada 4 ó 5 minutos, para que no se nos vaya harina la fondo y siempre esté mezclada.

Para tostarlas usaremos una sartén de 22 cm y nos dará para 6 tortitas. Con esto podréis calcular la cantidad de masa líquida que hay que añadir a la sartén. Pondremos a calentar la sartén y añadimos unas gotas de aceite y lo untaremos por toda la superficie con un pincel o con una lengua de gato. Cuando esté caliente ponemos la masa. Recordad podéis dividir la masa preparada en 6 partes iguales y así no falta ni sobra. Vamos a hacerlo a fuego medio/lento, para que se haga la masa y que no quede tostada en exceso por fuera, pero con la sartén caliente. Con lenga de gato separaremos y moveremos la tortita, haciendo movimiento circulares con la sartén. Cuando vemos que está suelta y que tiene consistencia suficiente para manejarla y que no se parte, le damos la vuelta. Son más o menos 2 minutos por cada cara. No ha de tostarse, ha de cocerse por dentro. Las vamos a dejar enfriar y listo.

En agua hirviendo, vamos a escaldar las zanahorias que habremos cortado en juliana fina. La tendremos 1 minuto y colaremos y escurriremos. La cebolleta la tendremos preparada igual de finita y los brotes de soja escurridos.

En una sartén con 2 ó 3 cucharadas de aceite de oliva virgen, a fuego medio, saltearemos suavemente las zanahoria. A los 30 s pondremos la cebolleta y a los 30 siguientes añadiremos el pollo y los brotes de soja.

 

Saltearemos y cuando esté el pollo listo añadiremos un poco de salsa de soja, y unas gotas de tabasco. Dejaremos enfriar.

Una vez atemperado todo, colocaremos una tortita, en el centro pondremos el relleno. Haremos dos solapas, una con la parte de la tortita más cercana a nosotros, y otra con la más lejana.

 

Ahora doblaremos la que queda a nuestra izquierda.

 

Terminaremos doblando y cerrando, con la que queda a nuestra derecha, y dejaremos reposar una rato boca abajo.

Pondremos aceite abundante a calentar a fuego medio. Cuando esté caliente, añadimos los rollitos, de dos en dos, y boca a bajo. Al cabo de un minuto le daremos la vuelta. Los tendremos friendo tanto tiempo, como requieran para ponerse dorados. Es importante que se metan en el aceite caliente, si no, se empaparán de aceite y están horribles.

Los sacaremos y escurriremos en papel absorbente. Os recomiendo que los envolváis, uno a uno, en papel y este retirará todo el aceite sobrante.

Están buenísimos y con los niños una tarde divertida y una cena perfecta. A los míos, y a mi preciosa señora, les encanta.