Hace unos 5 años, de vacaciones
en mi querido Portugal, en la zona del Alentejo, comimos Marta y yo una carne
que se mezclaba con almejas y el eterno y maravilloso cilantro. Al principio
parecía una mezcla rara, pero está increíblemente bueno.
1 ramillete de cilantro
3 dientes de ajo
2 cebolletas, moradas a ser posible.
Una cucharadita de comino
1 cucharadita de pimentón dulce
½ cucharadita de orégano
½ cucharadita de cúrcuma
Zumo de 1 limón
Aceite de oliva virgen extra.
1 hoja de laurel
Un día antes de cocinar este
plato debemos poner la carne en adobo. Lo vamos a preparar con el pimentón, 2
dientes de ajo, el pimentón, la cúrcuma, el orégano, el zumo de limón, un chorrito
de aceite de oliva, pimienta negra molida, sal y un poquito de agua para poder
triturar bien con la batidora y que la carne absorba este aliño.
La carne la cortamos en dados
grandes, como de 2 cm
más o menos y la mezclamos con esta salsa que hemos preparado y triturado con
la batidora. Metemos en una fiambrera y al frigorífico, 1 día. A las horas de
haber adobado la carne, la olemos y rectificamos según veamos necesario.
El día de cocinar ponemos a
escurrir la carne en un colador. Cortamos las cebolletas muy pequeñitas y el ajo
lo machacamos en la encimera. Cogemos el cilantro y hacemos un atadillo con
hilo bramante, o el que tengan en la cocina. Las almejas, como ya sabéis, las
vamos a tener en agua con sal, al menos, un par de horas, moviéndolas y
frotándolas las unas con las otras, para quitarle la arena y los restos que
puedan llevar las conchas pegadas.
Bien, pues en una sartén honda
con 3 ó 4 cucharadas de aceite, ponemos el laurel con el ajo machacado. Cuando
éste empieza a oler, y con el fuego fuerte ponemos la carne, escurrida del
exceso de adobo. Salteamos unos minutos, hasta que la carne esté casi lista.
Cuando la carne está dorara por todos lados, añadimos el ramillete de cilantro y tapamos, 1 ó 2 minutos. Siempre es interesante que esté jugosa por dentro. Ahora es el momento de poner las almejas y volvemos a tapar. En 3 minutos, a lo sumo, las almejas, que son muy tontas, se abrirán prácticamente todas a la vez. Lo que nos queda ya es sentarnos y comernos este plato con un buen vino tinto, poderoso, con cuerpo y con buena compañía.
Cuando la carne está dorara por todos lados, añadimos el ramillete de cilantro y tapamos, 1 ó 2 minutos. Siempre es interesante que esté jugosa por dentro. Ahora es el momento de poner las almejas y volvemos a tapar. En 3 minutos, a lo sumo, las almejas, que son muy tontas, se abrirán prácticamente todas a la vez. Lo que nos queda ya es sentarnos y comernos este plato con un buen vino tinto, poderoso, con cuerpo y con buena compañía.
Que lo disfrutéis.
Comentarios
Publicar un comentario