Ir al contenido principal

SARDINAS A LA PLANCHA



Delicia de las delicias, algo con lo que se toca el cielo, cuando está bien hechas, si no, es un zapata incomestible y que se estira como un chicle. Solo tiene un problema, que huelen un montón. Solución: Cocinar con la puerta de la cocina cerrada, las ventanas abiertas y la campaña extractora a tope, y una vez terminadas de asar, inmediatamente añadir a la plancha agua caliente con un poco de lavavajillas. Y, bueno, siempre queda algo de olor hasta el día siguiente. ¡Eso es lo que hay!

Necesitaremos: 

Si son grandes 3 ó 4 sardinas por comensal
½ tomate por comensal
Dos rebanadas de pan por comensal
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta negra recién molida


No nos engañemos, donde se ponga una plancha de hierro de, al menos, ½ cm; de las que se oxidan y hay que darle con aceite; “no se pone ná”. Así que los que os vendisteis a la limpieza, la comodidad, y a la electrónica, vamos a la maldita Vitro, tendréis que usar una de esas redonditas con culo difusor del calor, y todas esas chorradillas, que no tienen ni punto de comparación, pero nuevamente os digo que: ¡Eso es lo que hay!

Las sardinas, a no ser que vengan muy sucias, no se les hace nada, salvo echarles un buen puñado de sal por encima, solo eso. Ni se os ocurra destriparlas ni quitarles las escamas, de eso ya habrá tiempo durante la ingesta.

Ponemos el fuego medio/fuerte y la plancha encima. Cuando esta está caliente, añadimos un poco de aceite de oliva y otro buen puñado de sal. Encima de ello, colocamos las sardinas. No las tocamos, las dejamos hacer durante 2,5 a 3 minutos, dependiendo del tamaño. Ahora con una espátula volteamos y otros 2,5 ó 3 minutos. Pasado este tiempo, retiramos del fuego y procedemos con la plancha como hemos explicado.

En un plato colocamos el ½ tomate a gajos con sal, pimienta y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Al lado el plan y encima una sardina. El manual de las buenas costumbres y el buen saber en la cocina dice que las chuletas, las costillas y las sardinas hay que comerlas con las manos.

El pan empapa el jugo de las sardinas y luego te lo comes con el tomate encima. Os juro que al que le guste este manjar llamado “Sardina”, es como tocar el cielo. Por cierto acompañadlo con una cervecita, aunque sea sin alcohol


Besos  a todos

Comentarios

  1. Bien que sean sardinas grandes y enteras, lavadas.
    En un recipiente adecuado, capa de sal gorda sobre la que alineamos las sardinas, cubrimos de sal gorda y sardinas encima y mas sal gorda, acabando con capa de sal gorda.
    Toda esta sal resulta extraña a mucha gente, pues creen que quedaran las zar dinas saladas, y no es eso.
    Pasado un corto rato, 10 o 15 minutos, se van sacando y sacudiendo un tanto las sardinas, para librarías del exceso de sal, y se colocan en la parrilla, colocada a no menos de 20 cms. sobre las brasas. Tarda unos 10, 15 minutos, se saca la parrilla y se les da la vuelta a mano, volviendo al calor otros 10, 15 minutos.
    Ya en una bandeja, tomamos una sardina por la cola y tiramos de la piel contra la cabeza, piel que se desprende cual un cascaron, entera. El secreto de la sal. Sacamos el filete, lo comemos y por el otro lado, hacemos lo mismo.
    Un culete de sidra de vez en cuando, y la gloria.

    ResponderEliminar
  2. Querido Anónimo. Estoy totalmente abierto a comentarios, tanto postivos, como negativos, jamás los censuraré en mi blog. Siquieres transmitir una receta tienes dos opciones, me la mandas por correo y ya me encargo yo de transcribirla y hacer referencia a tí, como he hecho en otras ocasiones, con otros blogeros, o familiares, o te haces un blog para escribir las tuyas directamente. Los comentarios, son para aportar algo a la receta, tanto un cmentario a favor, lo que te ha gustado, sorprendido o todo lo contrario, mejoras,etc., pero querido para publicar tus recetas hay otros mecanismos.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

RECETA PARA COCER BOCAS

Siendo de San Fernando (La Isla de León) y criado en Cádiz, y Cadista hasta las trancas, no me queda más remedio que ser un aficionado a los Cangrejos, las Cañaillas, los Camarones, las Bocas, etc., cocidas, y por tanto os voy a enseñar unos truquillos para aprender a hacerlos. 1 kg de bocas (ojala fueran de la isla) congeladas que están muy apañaditas 3 litros de agua Sal Una hoja de Laurel 1 copa de la Omnipresente Manzanilla de Sanlúcar en todos mis platos. Agua con hielo   Lo primero es colocar un barreño con agua fría con hielo. Ha de estar muy fría. Es para sacar de la cocción el marisco, romper la misma y con el contraste ce temperatura que las cáscaras se despeguen de la carne del marisco. Colocamos en una olla unos 3 litros de agua y vamos a ponerla a fuego muy fuerte. Cuando va calentando vamos añadiendo sal abundante, y vamos removiendo con una varilla o con una cuchara de palo, para ir disolviéndola. Pensad que lo que tenemos que conseguir es ap

GALLINETA AL VAPOR

Prima del cabracho, pero más pequeña, y con menos púas, es una verdadera delicia. Antes era un pescado que solo se usaba para hacer caldo, pero, trabajando en el País Vasco, hace ya como 8 años, descubrí, lo que era comer este pescado al vapor y con un poco de aceite de oliva por encima. Una verdadera delicia, de sabor y de textura y además, sano, sano, sano. Necesitamos: 4 gallinetas 1 hoja de laurel Agua Sal Pimienta molida 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra 1 cucharadita de pimentón dulce. Es muy sencillo. Primero, tendremos que limpiar de tripas y escamas. La gallineta, lleva por dentro, en la ventrecha una tripa negra, que tiñe la carne si se cocina con ella, así que es conveniente eliminarla. Si las vamos a hacer al vapor, en vaporera, ponemos agua con un puñado de sal, a hervir: Las piezas de pescado las colocamos de pié, con el vientre hacia abajo, para que se haga por todos lados por igual, y en la rejilla colocamos una hoja de l

CENA PARA DOS: REJOS DE POTÓN A LA GALLEGA Y BARQUILLOS DE PEPINO CON GAMBAS MACERADAS EN LIMA

Bueno, pues tenemos una nueva entrega de la Cena para Dos. Hoy vamos a presentar unos rejos de potón a la gallega, como sustituto del pulpo. Obviamente el pulpo, tiene más textura y más sabor, pero hay que reconocer que si se trabaja con un poco de cariño queda muy bien. Los barquillos son perfectos para aquellos que nos gusta la textura del pescado y mariscos crudos o macerados en lima. Están   estupendos. Necesitamos: Para 4 barquillos : ½ pepino 6 tomates Sherry Guindilla en vinagre 12 gambas 1 lima Sal Pimienta negra Aceite de oliva Para los Rejos: ½ Kg. De rejos de potón 1 cebolla 4 patatas Sal Pimentón dulce Pimentón picante Aceite de oliva virgen extra Vamos a empezar por los barquillos de pepino. Antes que nada, pelamos las gambas y las ponemos a macerar en jugo de lima con un poco de pimienta, no más de 10 minutos, porque se cuecen. Mejor la lima que el limón, ya que esta es más aromática. La lima la encontráis fácilmente