En cuaresma, Semana Santa, etc.,
es típico cocinar platos sin carne, por aquello del pecado. Así que creamos o
no, hay que aprovechar este tipo de recetas que nos acercan a nuestra cultura y
que generalmente suelen ser deliciosos y sanísimos.
Hoy os vamos a presentar un plato
que llevará, alubias blancas, verduras y un caldo con conseguiremos de unas
carcasas de pollo, para así evitar el uso de los concentrados de carne, cuyo
aporte proteínico vienen de concentrados de lombriz, a ver si así os quito la
manía de usarlos, y de camino no peco mintiendo, ya que es verdad. El sabor lo
consiguen con el glutamato, pero el % de proteína se obtiene del machacado y
centrifugado de lombrices procedentes de lombricultura, ricas y sanas, ya que
es el contenido protéico más barato que hay en el mercado, se llame Avecrem o
sea una marca blanca.
Bueno, después de esta charla
moralizante, nosotros vamos a lo nuestro:
Caldo de pollo obtenido de cocer 3 carcasas de pollo en dos litros de
agua durante ½ hora con una mata de perejil y un puerro
350 gr. de alubias blancas en remojo durante 12 horas
3 zanahorias peladas y en rodajas
1/2 pimiento rojo en daditos
5 ó 6 vainas de judías verdes cortadas según apetezca
1/2 pimiento rojo en daditos
5 ó 6 vainas de judías verdes cortadas según apetezca
2 puerros en rodajas
3 hojas de apio en rodajas
3 patatas en gajos
5 dientes de ajo
Un trozo de col en juliana
1 cucharadas de pimentón dulce
Sal y pimienta molida
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 hojas de laurel
Sencillo, sencillo, de hacer. Lo
primero es de vísperas poner en remojo las alubias en agua fría.
Pondremos el caldo en frío o
templado y meteremos las alubias dentro. Pondremos el agua a fuego medio y
dejaremos romper a hervir. Iremos espumando para eliminas los gases de las
alubias y despotasiarlas, lo cual le viene muy bien a los trasplantados de
riñón. Cortaremos el hervor con un chorrito de agua fría, dos o tres veces,
para evitar que pierdan la piel, dicen.
Cuando dejen de soltar espuma,
añadimos el resto de los ingredientes, exceptuando la sal, que lo haremos al
final. Dejaremos cocer a fuego lento durante unos 80-90 minutos, con su tapita
en una olla al uso, no en Express ni en rápida. Para arrancar, cubriremos de
agua, un par de dos por encima de los ingredientes. Si es necesario se irá
añadiendo a lo largo de la cocción. Al finalizar, rectificamos de sal y listo.
¡OJO¡, no meter cucharas ni
cucharones, mover moviendo la olla por las asas. Solo hace falta paciencia y
cariño. Con eso basta.
Éste potaje me encanta, yo hago uno parecido con garbanzos. Muy de cuaresma y muy rico.
ResponderEliminarUn saludo.
Es lo típico de esta fechas, y están deliciosos. Un abrazo
EliminarMe encanto! Y además acorde a la fecha!
ResponderEliminar