Esta receta realmente está basada
en una que vi hacer a una cocinera Francesa, bueno lo de cocinera, es un decir.
Realmente es una crítica gastronómica, que tiene un programa de cocina, en un
famoso canal de cocina en TV. Las maneras de la señora dejan mucho que desear,
pero la esencia de la receta es muy buena. Los aromas y los ambientes de la
misma no son propiamente franceses, son herencia de la descolonización de
Argelia y de la cocina que introdujeron los residentes en Argelia que
regresaron a Francia con la misma. Pero la idea de la carne, es una maravilla, si bien, aparte, la he adaptado
algo a mi forma de cocinar.
Necesitaremos:
1kg de carne de ternera picada
1 huevo
2 rebanadas de pan de molde mojadas en leche
1 cebolleta grande
1 ramillete de perejil
1 poco de cilantro
3 dientes de ajo
2 ó 3 cucharadas de harina
1/2 cucharadas de Curry
2 cucharadas de Comino molido
1 cucharadita de Cúrcuma
Zumo de ½ limón
Sal
Pimienta negra recién molida
Aceite de oliva virgen extra
2 hojas de Laurel
4 zanahorias
Para la salsa:
150 ml de nata líquida
2 cucharadas de queso de untar
Sal
Pimienta negra
Lo primero será preparar la
carne. Vamos a picar muy pequeño el ajo y la cebolleta y lo rehogaremos en
aceite de oliva virgen extra, como unas 3 cucharadas. Primero con el aceite
caliente pero a fuego medio, el ajo, y cuando empiece a oler, añadimos la
cebolla con un poco de sal para que sude. Cuando esté transparente, a los 2 ó 3
minutos, apartamos y escurrimos.
Las rebanadas de pan las
sumergiremos en leche y las escurriremos. Las añadiremos a la carne, junto con la
cebolla, el perejil y el cilantro muy picado, el huevo, la harina, y las
especias. Finalmente agregamos el zumo de limón. Este acentúa los aromas de las
especias. Mezclaremos intensamente con las manos y dejaremos reposar unas 3 ó 4
horas, aunque es mejor de un día para otro.
Para guarnición, viene bien unas zanahorias que
cortemos en rodajas, una vez peladas, y que coceremos en agua hirviendo con sal
durante 10 minutos. Escurriremos y refrescaremos para resaltar el color y
evitar que siga cociendo. Coceremos una pasta de larga cocción, por encima de 8
minutos. En agua hirviendo con sal y laurel. Removeremos mientras que cuece
para que nos e pegue. Al cabo de 5 minutos, apagaremos la candela y dejaremos
reposar dentro del agua caliente hasta que quede con la textura que queramos.
Escurriremos y saltearemos con las zanahorias en un par de cucharadas de aceite
con pimienta negra y un poco de comino molido.
Para la salsa vamos a poner en un
vaso de batidora la nata con las dos cucharadas de queso de untar y el
roquefort desmigado. Lo meteremos 1 minuto al micro y cuando lo saquemos, le
metemos la batidora. Ahora es el momento de salpimentar y en caso de quedar muy
espeso añadimos un poco de leche. La intensidad del sabor es a gusto del
consumidor, así que estas cantidades son orientativas, ya que depende mucho de
lo fuerte que sea el queso y como la queramos de fuerte.
Con la carne una vez reposada, haremos albóndigas
que pasaremos por harina y le retiraremos el sobrante con unas palmaditas. La
textura de la carne ha de ser blanda y jugosa, ya que la salsa se le añade y no
se guisan en ella.
Refreiremos las albóndigas a
fuego medio en 5 ó 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. No las
freiremos demasiado, para que no se seque mucho la carne. A mi verdaderamente
la carne me gusta jugosa, pero como se dice habitualmente; sobre gustos hay colores.
La dejaréis como más os guste. Apartaremos y escurriremos en papel absorbente.
Para presentar el plato, ponemos
la guarnición y las albóndigas napándolas con la salsa de Roque por encima. Os
aseguro que los niños se lo devoran y los adultos más aún.
Un abrazo a todos
Que pinta mas exquisita tienen estas albondigas, tomo nota para hacerlas, a ver que tal me salen.
ResponderEliminarBesos
A ver si las hago esta semana!
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