Hace 8 años, casi, mi hija Carmen
tenía dos años recién cumplidos y Marta y yo decidimos casarnos. Alquilamos una
finca en la Sierra de Aracena e invitamos a la familia más cercana y a los
amigos. Como unos 60 individuos, con sus correspondientes cachorros de humanos.
A todo esto, la fiesta fue comernos un cochino ibérico, en todas su variantes, que habíamos sacrificado
el domingo anterior. Sin duda alguna fue uno de los
fines de semana más bonitos de mi vida. Mi padre, Mari, mis suegros, mi
familia, mis amigos. Realmente algo especial, como especial fueron los regalos
que nos hicieron. Entre otras maravillas, tres:
-
Un viaje a París, con canguro en España para Carmencita
incluido, de 5 días.
-
Una máquina de hacer pasta
-
Y una de las cartas más bonitas que jamás me han
escrito.
Bien, pues el segundo de ellos,
tiene la culpa de esta receta/truco. Os voy a enseñar a hacer pasta fresca, con
máquina y sin máquina.
La receta os la voy a dar para 1
huevo, y esto es, como para una persona y media. Más o menos.
1 huevo normal, de 65-70
g
100-125 g
de harina de repostería
Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
½ cucharadita de sal
Pimienta negra recién molida.
Ponemos el huevo en el bol, con
la sal, la pimienta y el aceite de oliva virgen extra. Mezclamos con la
varilla.
Ponemos la harina en un colador y vamos cerniéndola sobre el huevo, moviendo y mezclando. Admitirá mínimo los 100 g de harina. Ha de quedar una masa suave
pero que no se pegue y que podamos estirarla con el rodillo.
Pondremos un poco de harina con
el colador en la encimera y amasaremos con firmeza durante unos minutos. La
masa quedará firme pero suave. Dejaremos reposar 15 minutos.
Con un rodillo estiraremos la
masa hasta obtener una tira de unos 15 cm de ancho y 3 ó 4 milímetros de
grueso.
Si no tenemos máquina, vamos a
seguir estirando la masa, hasta que nos quede una película de 1 mm aproximadamente. Iremos
espolvoreando la masa, cada vez que estiremos. Haremos láminas de unos 25 cm de largo y luego a
cuchillo en la tabla cortaremos del ancho que queramos, según sean espaguetis o
tallarines. Con un poco de harina por encima, de habérsela espolvoreado durante
el estirado, meteremos los dedos entre la pasta para que no se pegue y
dejaremos reposar unos 15 ó 20 minutos.
Si tenemos máquina, iremos
pasando la masa por el rodillo de la máquina desde el ancho mayor, hasta el que
deseemos.
Luego lo pasaremos por la forma
que queramos obtener, y tendremos nuestra pasta fresca. En el caso de la foto
fueron fideo gordos.
Para cocerla, pondremos agua a
hervir con sal y cuando rompa, verteremos la pasta. Con una espumadera, iremos
separando y moviendo para que no se peguen. 2 minutos de cocción tiene la culpa
de una pasta diferente a la que estamos acostumbrados. Esta es sabrosa, firme y
jugosa. Se le pueden añadir sabores, colores, etc, pero esta es la base. El no
usar harina de fuerza, es porque a poco tiempo que pase mientras que la vamos
estirando y cortando, tiende a secarse mucho y resquebrajarse. Para esta receta
prefiero la de repostería, pero ustedes practicad y decidid. Para gustos hay
colores. Un abrazo
Sin duda lo probaré, me regalaron una maquina de hacer pasta hace tiempo y aún no la he probado y tengo muchas ganas.
ResponderEliminarMe ha encantado la historia de vuestra boda, solo amigos y familia, ojala hubiera podido hacer los mismo, 450 invitados, una plaza de toros, bueno mejor olvidarlo.
Pasaros por mi blog, seréis bien recibidos.
http://conmilsabores.blogspot.com.es/