Al que le guste la berenjena,
como me pasa a mi, esta receta le va a encantar, por su sencillez y por lo que
se potencia el sabor. Aunque no sea instantánea, y necesitemos tenerla un
horita a mojo, después la textura de la fritura es excepcional.
Vamos a necesitar
Una berenjena bien durita
Sal
Agua
Harina de freír, ya sabéis, la que es azul y lleva el pescado fuera.
Aceite de oliva para freír las berenjenas
Aceite de oliva intenso
1 cucharada de mostaza, antigua, en este caso
Una cucharada de estragón
Pimienta molida
1 huevo
Un chorrito de vinagre
Para empezar vamos a pelar la berenjena. Si es
medianita, la cortamos en cuatro rodajas longitudinales, y estas rodajas las
cortamos en bastones, como de un dedo de gordas.
Las vamos a salar y las metemos
en agua con sal. Que las cubra, y para que no floten le ponemos un plato
encima, para que las empuje. Así, 1 hora, mínimo ½ hora.
Mientras, cogemos un mortero y
ponemos un huevo, que lleve un ratito fuera de la nevera, un pellizco de sal,
la mostaza, pimienta negra recién molida y un poquito de vinagre, además del
estragón. Con varilla, empezamos a batir y a ir añadiendo el aceite a hilillo.
A los 10 minutos de batir a mano y tras añadir unos 200 ml de aceite de oliva intenso,
tenemos una salsa estupenda.
Sacamos las berenjenas del agua y
las escurrimos, no las secamos, solo escurrimos y las metemos en harina de
freír. Las movemos bien y las tenemos unos minutos dentro de la harina, para
que se empapen bien de esta, el tiempo de calentar aceite de oliva virgen,
abundante y a fuego medio. Esperamos que se caliente, no que humee, sino que se
caliente.
Pasados unos 2 ó 3 minutos,
sacamos las berenjenas de la harina y las palmeamos para eliminar el sobrante.
Metemos en el aceite y dejamos dorar.
Sacamos en papel absorbente.
Estarán crujientes y deliciosas, crujientes por fuera y tiernas y jugosas por
dentro. Emplatamos con un poco de ensalada y un poco de salsa, y pedazo de
plato, os lo aseguro.
Ay! que ricos, mi madre los prepara de vez en cuando, la pena es que como no vivo ya con ella me los pierdo. Besos
ResponderEliminarPues nada, ponte las pilas y la sorprendes un día haciéndoselas cuando la veas. Un abrazo
EliminarMe encantan los palitos de berenjenas fritos, pero estos sabores con estragon y mostaza tengo que probarlos!!
ResponderEliminarprueba, en su justa medida, cada especia le da un puntito estupendo. Prueba primero con menos cantidad de mostaza y estragón que siempre se puede ir añadiendo más.
EliminarPruébalos con salmorejo y nos cuentas... ¡pegan muchísimo! Un saludo!
ResponderEliminartomo nota
EliminarYo las preparo pero con miel de caña así que habrá que probarlas como tú las haces.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Lo de la salsa en según gusto. Esta vez me apeteció ésta y cincidió que la colgué. También tengo colgadas unas berenjenas con miel de caña y comino, pero en rodajitas, bueno, según el día. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre las suelo hacer rellenas...y huyo un poco de los fritos.....pero por una vez no creo que pase nada.
ResponderEliminarBesinos
Es un clásico en mi cocina, freirlas como si fuesen patatas fritas...es ideal para acompañar carnes...pero sobre todo un huevo frito....yo suelo dejarle la piel (costumbre ésta un tanto viejuna).
ResponderEliminarRiquisimas con la salsita que has preparado...
Nos encantan las berenjenas rebozadas, acompañan a cualquier plato.
ResponderEliminardelicioso, me encanta la berenjena, que salsita mas rica!
ResponderEliminar