En esta receta es importante
cumplir los tiempos y la temperatura del horno, ya que en caso contrario sale
una suela de zapato, pero os aseguro que si los cumplís quedaréis como
verdaderos maestros.
Para esta receta necesitamos los
siguientes ingredientes:
½ cinta de lomo de cerdo
5 ajos machacados
1 cebolla
Aceite
Sal
Pimienta molida
Cominos molidos
Ramita de canela
1 clavo
I hoja de laurel
1 copa de manzanilla
1 copa de licor (brandy, whisky, etc.)
½ vaso de agua
75 ml nata líquida
Azúcar moreno (preferentemente)
1 cucharada de maicena
Lo primero que hay que hacer es
embridar la carne para que no se abra al cocinarla y quede bien cerrada. Le
podéis pedir a vuestro carnicero que lo haga, no creo que tenga el más mínimo problema.
La salpimentáis y le añadís comino molido y la frotáis con las manos para que
quede adherido todo a la carne, dejándolo reposar unos minutos.
Mientras ponemos el horno a 180-200 ºC y por arriba, o sea,
en posición de carne. Mientras el horno se calienta, en una sartén colocamos un corrito de aceite y cuando ésta
esté caliente, colocamos la carne. Vamos a dorarla por todos lados para sellarla
y que no pierda los jugos. La tendremos un par de minutos por arriba, por abajo
y por los costados.
En la bandeja donde vayamos a
hacer la carne colocamos un fondo de aceite con el Laurel, los ajos machacados,
y la cebolla cortada por la mitad, la ramita de canela y el clavo, si queréis
podéis poner medio limón pequeño. Colocáis a lo largo la carne y rociáis por
encima con el brandy.
En la sartén de haber sofrito la
carne, una vez retirada del fuego, vertéis la copa de manzanilla y volvemos a
ponerla en la candela, para recoger el rustido que ha quedado en el fondo.
Removéis con chuchara de palo y lo vertemos por encima de la carne. Si el horno
está en su punto, es el momento de meter la carne añadiéndole unas cucharadas
de azúcar moreno por encima de la carne para que caramelice (queda
impresionante). Dos o tres cucharas, tampoco hay que pasarse.
La vamos a tener en el horno
entre 45 y 50 minutos, dependiendo de lo gruesa que sea la pieza. Una vez
transcurrido la mitad del tiempo sacamos la bandeja del horno y le damos la
vuelta y procedemos igualmente con el azúcar, echando en la salsa ½ vaso de
agua. Transcurrido el tiempo final sacamos del horno y quitamos la carne de la
salsa, dejándola enfriar.
La salsa la colocamos en un vaso
de batidora, con los ajos y la cebolla, retirando el resto. Añadimos un
chorrito de nata y diluimos una cucharada de maicena en un dedito de agua y lo
echamos en el vaso de la batidora y
procedemos a triturar y colarla (solo añadimos la maicena si la vemos muy
líquida). La salsa la corregimos de sal y calentamos suavemente, removiendo sin
parar, hasta que ligue.
Una vez la carne fría cortamos
los hilos de la carne y procedemos a cortar rodajas finitas y ponemos por
encima un poco de salsa.
La carne puede comerse con la
salsa, con unos granos de sal por encima y unas gotas de limón, con un poco de
aceite de oliva virgen extra por encima, dejándola macerar un ratito. Lo hagas
como lo hagas vas a disfrutar.
Como guarnición, podéis poner
unas verdura al vapor salteadas con un diente de ajo y una puntita de pimentón,
aunque mi familia y yo hoy la hemos comido con unas deliciosas patatas fritas,
aprovechando que ahora están viniendo estupendas para tal uso.
Que lo disfrutéis !Ah!, un abrazo
a todos
Que pinta por Dios...
ResponderEliminarTito¡QUE PINTA TIENE ESTARCETA!La hago seguro un beso
ResponderEliminarPedro.